El mito del mapa de la lengua
Si puedes encontrar un libro didáctico reciente que aún sostenga que cada sección de la lengua detecta solamente uno de los distintos sabores (amargo, ácido, salado y dulce), ¡pues genial! No te pierdas la oportunidad de enseñar a tus alumnos la importante lección de comprobar críticamente las afirmaciones «científicas» mediante experimentos antes de creer en ellas y nunca confundir el criterio de autoridad con la evidencia científica.
Es cierto que algunas secciones de la lengua son más sensibles (o responden más rápido) a determinados sabores, pero no hay regiones específicas como sugiere el mapa de la lengua.
Tener una actitud crítica y utilizar la evidencia experimental son elementos básicos para la ciencia.
Sal
Limón
Reparte un poco sal y jugo de limón a los alumnos.
1. ¿Qué gusto sientes si colocas un poco de sal en la punta de la lengua?
2. ¿Qué gusto sientes si colocas un poco de jugo de limón?
3. Compara tus resultados con los del libro.
(si es necesario)
¿Crees que los autores verificaron sus afirmaciones antes de publicar el libro?
› No.
¿Qué impacto puede causar proclamar falsas teorías como «hechos» científicos?
› Las personas pueden ser manipuladas.
¿Qué deberías hacer si alguien afirma que está diciendo la verdad porque está citando una «autoridad», un libro u otras fuentes?
› Sé escéptico y busca evidencia científica real (por ejemplo, evidencia experimental). Por lo menos en las ciencias naturales, una cita no es una evidencia.
Aunque la percepción de ciertos sabores pueda ser mayor en determinadas secciones de la lengua, todos los sabores se pueden detectar en cualquier parte de la cara superior de la lengua. Arma un debate con los alumnos para pensar cómo esta afirmación de que los diferentes sabores se detectan exclusivamente es ciertas secciones de la lengua se ha hecho tan popular que hasta se presenta como un hecho en los libros escolares.
Aprovecha la oportunidad para discutir sobre otros mitos científicos. Utiliza ejemplos de nuestra historia para demostrar cómo estos mitos fueron usados para manipular a las personas y promover determinadas políticas (tal como la superioridad de ciertas razas o cierto género, o la negación del cambio climático).