El lado oscuro de la Luna
Debido al acoplamiento de marea, la Luna siempre muestra el mismo lado a los observadores terrestres. Esto nos lleva a la idea equivocada de que la Luna no rota y que tiene un «lado oscuro» que nunca ve la luz solar.
Comprender el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y el Sol.
Construir una maqueta y utilizarla para simular un fenómeno específico y aprender más sobre él.
Marcador
Fuente de luz (linterna o la luz solar que entra por la ventana)
Muéstrale a los alumnos diferentes fotos de la Luna y ayúdalos a percibir que todas son parecidas hasta cierto punto de rotación. Todas retratan la Luna desde el mismo lado (las pequeñas variaciones suceden debido a la libración lunar y a los diferentes puntos de la Tierra de donde se tomaron las fotografías).
Construye una maqueta de la Luna, la Tierra y el Sol para responder a las siguientes preguntas:
1. ¿La Luna rota sobre su propio eje como la Tierra?
2. ¿Existe un lado de la Luna que siempre está en la oscuridad?
(si es necesario)
Si siempre vemos el mismo lado de la Luna, ¿qué sucede si marcamos un punto en el objeto que representa la Luna?
› El punto siempre debe estar apuntado hacia el objeto que representa la Tierra.
¿Qué debes hacer con la «Luna» para que el punto siga apuntando a la «Tierra» mientras gira alrededor de ella?
› La «Luna» tiene que rotar sobre su propio eje.
Si la luz viene de un costado, ¿qué puedes observar respecto a la sombra de la Luna?
› Siempre apunta a la misma dirección mientras la Luna rota sobre su propio eje.
La Luna, la Tierra y el Sol pueden representarse mediante objetos que los alumnos hagan girar o pueden ser los alumnos mismos. Incentívalos a pensar de forma crítica si esa maqueta representa la realidad y qué limitaciones tienen que tener en cuenta para interpretar el simulacro.
Para poder mostrar siempre la misma cara a la Tierra mientras orbitan alrededor de ella, la Luna y la mayoría de los satélites tienen que rotar sobre su propio eje (como si estuvieran rodando en un círculo alrededor de la Tierra). Junto con el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, la Luna acaba exhibiendo todas sus caras al Sol. A medida que pasa el tiempo, el Sol brilla sobre toda la Luna, por eso no existe el «lado oscuro».