Cortando hielo
Intenta introducir en un cubo de hielo monedas de tamaños parecidos y de diferentes materiales, como cobre y acero. Notarás que las monedas de cobre son más fáciles de introducir en el hielo y se enfrían más mientras lo estás haciendo.
Algunos metales son mejores conductores de calor que otros.
Monedas de cobre y de acero de tamaño parecido
Plato de plástico
Presiona con monedas de diferentes metales sobre un cubo de hielo.
1. ¿Sientes alguna diferencia? De ser así, ¿cómo puedes explicarlo?
Se pueden observar dos diferencias principales, a saber: la facilidad con que las monedas «cortan» el hielo y el tiempo que demora comenzar a sentir el frío en los dedos. Los dos efectos tienen el mismo origen: diferencias de conductividad térmica.
Las monedas absorben el calor de los dedos y lo transfieren a la superficie del hielo. El cobre transfiere el calor alrededor de 10 veces más rápido que el acero. De este modo, las monedas «rojas» (generalmente de acero o zinc revestidas de cobre) se enfrían más rápido —y también derriten el hielo más rápido— que las monedas de «plata» (en general hechas de acero inoxidable).