Dos ojos
Estamos acostumbrados a tener visión en 3D. Pero como muchas cosas en la vida, las valoramos cuando no las tenemos.
Experimentar y comprender la importancia de la visión en estéreo.
Nuestro cerebro extrae información de profundidad en 3D a partir de la diferencia entre las dos imágenes que «ven» los ojos, el izquierdo y el derecho.
Cierra un ojo. Luego estira el brazo izquierdo y señala hacia la derecha con el dedo índice. Busca un compañero que esté haciendo lo mismo, párate frente a él e intenten juntar las dos puntas de los dedos sin mover la cabeza.
1. ¿Por qué es mucho más fácil hacerlo con los dos ojos abiertos?
2. ¿Por qué al mover la cabeza es más fácil?
(si es necesario)
¿El ojo izquierdo «ve» lo mismo que el derecho?
› No.
¿Cómo sabe el cerebro cuáles objetos están cerca y cuáles lejos?
› Una sola imagen no es suficiente, pero la diferencia entre dos perspectivas proporciona la información necesaria.
Cuando mueves la cabeza, ¿el ojo «ve» la misma imagen?
› No, ve la escena desde una perspectiva diferente. Así, el cerebro calcula la profundidad a partir de la diferencia entre las imágenes de distintas posiciones de la cabeza.
Aunque no percibamos inmediatamente la pérdida de la visión en 3D cuando cerramos un ojo, la pérdida de información sobre la profundidad se torna evidente cuando intentamos realizar una tarea que sí la necesita.
Para ser más precisos, en realidad es posible obtener información de profundidad con una sola perspectiva si usamos la información de foco. Está técnica es a veces utilizada para generar imágenes 3D en microscopios, pero el ojo humano no suele estar entrenado para hacer lo mismo.