www.ciensacion.org | Los experimentos prácticos de Ciensación están publicados como Recursos Educativos Abiertos bajo la licencia internacional Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International License.
Física
edad: 8 – 12

El mapa de un campo magnético

Las limaduras de hierro producen un efecto visual muy bonito de los campos magnéticos. Pero cuando los alumnos los desparramen sobre los imanes, rápidamente se armará un pequeño lío que llevará tiempo limpiar. Además, las limaduras de hierro no muestran la orientación del vector del campo. Ambos problemas se pueden resolver reemplazando el hierro por una brújula y dibujando en un papel.

Objetivos de aprendizaje

El campo magnético tiene dirección.

Visualizar el campo magnético de un imán permanente.

Tarea de los alumnos

Coloca el imán en el centro de una hoja. Luego mueve la brújula alrededor del imán y dibuja en cada lugar una flecha en la dirección que apunta la aguja.

1. ¿Qué significan esas flechas?

Preguntas orientadoras
(si es necesario)

¿El campo magnético tiene dirección?
› Sí. Al seguir las instrucciones, el campo magnético apunta del polo norte al sur (que es la dirección que establecieron los físicos sin un motivo particular).

¿Hacia dónde crees que apuntan las flechas dentro del imán?
› Del polo sur al polo norte.

Si sigues las flechas, ¿dónde comienza y dónde termina el campo magnético?
› El campo magnético no tiene punto de partida, pero genera círculos cerrados.

Conclusiones

De acuerdo a la convenciones, todas las flechas apuntan a curvas desde el polo norte hacia el sur y, por lo tanto, muestran la dirección del campo magnético. Para demostrar que el campo magnético continúa dentro del imán, puedes crear un imán más grande alineando dos imanes y colocando la brújula en el medio de ambos.

La propia aguja de la brújula es un imán que se alinea a lo largo del campo, con su extremo norte apuntando hacia el polo sur del imán. ¡Atención!, no te confundas: la aguja apunta al hemisferio norte de la Tierra porque lo que llamamos Polo Norte de la Tierra es, de hecho, un polo magnético sur.